MOCCA | Madrid

Decía Isaac Rubin que las personas están organizadas de antemano con el propósito de servir a la producción de cosas. Como ejemplo escribió que aunque el productor de mercancías A no puede “eludir la densa red de relaciones de producción indirectas con el resto de miembros de la sociedad”, no está vinculado de forma directa con individuos concretos. Al productor de bastidores le es indiferente quién sea el productor de bobinas de tela, y a este, de la misma forma, le es igual quién es el que compra ambas cosas para montar lienzos. El problema es que, cuando no se pueden comprar ni una ni otra cosa, sólo se puede producir simulando la producción misma. En cambio, esto tiene un aspecto muy interesante: la simulación, el mockup, no deja de ser una imagen tan válida como aquella que está colgada en las paredes de una galería. La diferencia es que en estas últimas se presupone de antemano la existencia de artistas con los que trabajar. ¿Pero qué ocurre cuando no hay obras que exponer?